sábado, 31 de enero de 2015

Et voilà: cómo romper el hielo

Siempre decimos y oímos decir que cómo ha cambiado todo desde que existe Internet; pero ¿seguro que las cosas han cambiado tanto? Esta canción de Françoise Hardy, reina de la chanson française desde los años 60 (Carla Bruni, al igual que muchas otras, no es en su faceta musical más que una imitadora de Hardy), parece hablar de una cita concertada por Internet y sin embargo fue grabada en 1974. 

Et voilà (no confundir con Voilà, otra canción de la misma intérprete de unos años antes y arreglos orquestales más desfasados) cuenta, de forma que hoy llamaríamos minimalista y típicamente cantautoral, la primera cita entre dos desconocidos que no saben cómo romper el hielo. Él esconde su nerviosismo hablando mucho, tal vez demasiado, de sí mismo, intentando defenderse de acusaciones que existen solo en su cabeza (en eso que habla de sí mismo como si tuviera que dar explicaciones), haciendo la pelota a su interlocutora (en eso que habla de mí, y es lo de siempre) y metiendo la pata al mencionar a su anterior pareja (en eso que habla de ella, de la rutina y blabla ... ¿a las otras también les hablas de mí?).

Por su parte ella le escucha y se debate entre el aburrimiento y falta de interés (se está justificando y yo estoy pensando en otra cosa, ..., miro arder las velas), la desconfianza (estamos a la defensiva, creo) y una sensualidad que va apareciendo a lo largo de la canción y que, gracias a la mediación de la noche y del alcohol, se intuye al final que acabará ganando la batalla en la última y mejor frase de la letra (Johnnie Walker está en nuestros vasos y tengo ganas de que me besen).

Et voilà se editó por primera vez dentro de Entr'acte, entreacto, un disco muy en la línea conceptual de los años 70 que comenzaba por los preparativos anteriores a la primera cita y acababa con el establecimiento de una relación de pareja disfuncional marcada por el distanciamiento de uno y la espera eterna del otro (de la otra en este caso) como es habitual en la música de Hardy, que en todos los discos de esa época plasmaba las inquietudes que vivía en su relación con el también cantante Jacques Dutronc

Posteriormente, Entr'acte se fundió con el disco anterior de la cantante, Message personnel, en un curioso recopilatorio llamado Love songs con los mejores temas de ambos discos, incluyendo Et voilà, mucho más fácil de conseguir hoy en día que cualquiera de ellos por separado.

Vídeo con subtítulos en español:



Letra original en francés:

Et voilà qu'il parle de lui
comme s'il devait plaider sa cause
on dirait qu'il se justifie
et moi je pense à autre chose
il n'est pas tout à fait minuit
je regarde brûler les bougies

et voilà qu'il parle de moi
et c'est du déjà entendu
on est sur nos gardes je crois
je ne sais pas, je suis déçue
c'est tellement difficile tout ça
la glace n'est pas encore rompue

et voilà qu'il me parle d'elle
de l'habitude et caetera...
il est tard, je n'ai pas sommeil
j'aimerais t'oublier une fois
quelque chose siffle à mon oreille
est-ce qu'aux autres tu parles de moi?

Johnny Walker est dans nos verres
et voudrait bien nous rapprocher
Johnny Walker est dans mon verre
et j'ai envie d'être embrassée...

viernes, 9 de enero de 2015

Mamma: Edipo canta

La verdad es que en el mundo rockero dedicar una canción a tu mamá en plan de mami, cuánto te quiero es poco cool; pero tanto cuento con la transgresión del rock y tampoco se me viene a la cabeza ningún tema que diga algo parecido a mamá, no dices más que tonterías, salvo tal vez Mi vida rosa de Los Romeos. Mientras que la figura del padre provoca más sentimientos encontrados y diferentes puntos de vista (queda pendiente para otro día), la madre se queda en el reposo del guerrero y el tópico sentimental. Y los reyes de la balada pellizcacorazones son sin competencia posible los italianos; si a esto le unimos cuestiones culturales evidentes, de allí tenía que venir el principal himno a las madres jamás compuesto, Mamma. Infinidad de cantantes melódicos de ese país la han versionado; curiosamente la variante más easy listening y que menos suena a antigualla (es que la canción es del año 40) que he encontrado en YouTube es del desaparecido Luciano Pavarotti, y eso que siempre hay quien se escandaliza cuando lo catalogo como cantante pop.


Pero si queréis ver el vídeo con la letra traducida, he confeccionado uno a partir de una versión de una tal Nilla Pizzi. Pierde un poco de gracia al cantarlo una chica porque queda menos edípico pero esta versión sí que es un poco más pop:


El éxito de Mamma viene de una inteligente letra que convierte la necesidad en virtud: no te queda más remedio que volver a vivir con tu vieja porque tu mujer te ha mandado a paseo o porque te has quedado sin curro, estás a dos velas y ya se sabe cómo está el tema de la vivienda. Pues dale la vuelta a la tortilla: Mamá, soy tan feliz porque vuelvo contigo, mi canción te dice que es el día más bonito para mí, mamá, soy tan feliz, ¿vivir lejos para qué? Es una de las canciones más analgésicas que se pueda imaginar para un tiempo de crisis como éste; además es un monólogo que escamotea hábilmente la respuesta de la mamá, a la que los benévolos se imaginarán sin duda con lágrimas en los ojos esperando la vuelta del retoño pródigo, pero que tal vez esté pensando oh no, la que me acaba de caer encima otra vez. Por si acaso, para limar cualquier posible aspereza, nada mejor que una buena dosis de pelotilleo y de chantaje emocional: cuánto te quiero, estas palabras de amor que te suspira mi corazón tal vez ya no se usan.

Los únicos rockeros-poperos, y además castizos, que se han atrevido a poner en música y letra Amor de madre, el tatuaje favorito de los legionarios, fueron Gabinete Caligari, grupo de la movida madrileña que evolucionó desde el rock siniestro de culto hasta un pop de tasca taurina que les llevó a triunfar a lo grande. Este tema, que fue single de uno de sus discos de más éxito, Privado (1989), hace hincapié en la nostalgia (cuando era enano me tomó la mano y me la besó) pero sobre todo en lo valioso de las enseñanzas y consejos maternos como forjadores del carácter (mi madre me enseñó primero a caminar ... a no llorar en el colegio cuando ella no podía estar ... me decía que no te enamores jamás de alguien que te pueda fallar y llevaba razón ...). Como ocurre siempre con Gabinete, es difícil calibrar cuánto hay de sincero y cuánto de ironía en esta reivindicación de no apartarse de los valores conservadores de mamá, que alcanza su apogeo cuando dicen y la cara de Dios mi madre me enseñó. Si no hay ni un rastro de ironía, la canción alcanza un cariz un poco inquietante.





Letras completas:

Mamma

Mamma, son tanto felice
perché ritorno da te.
La mia canzone ti dice
ch'è il più bel giorno per me!
Mamma son tanto felice...
Viver lontano perché?
Mamma, solo per te la mia canzone vola,
mamma, sarai con me, tu non sarai più sola!
Quanto ti voglio bene!
Queste parole d'amore che ti sospira il mio cuore
forse non s'usano più,
mamma!,
ma la canzone mia più bella sei tu!
Sei tu la vita
e per la vita non ti lascio mai più!
Sento la mano tua stanca:
cerca i miei riccioli d'or.
Sento, e la voce ti manca,
la ninna nanna d'allor.
Oggi la testa tua bianca
io voglio stringere al cuor.
Mamma, solo per te la mia canzone vola,
mamma, sarai con me, tu non sarai più sola!
Quanto ti voglio bene!
Queste parole d'amore che ti sospira il mio cuore
forse non s'usano più,
mamma!,
ma la canzone mia più bella sei tu!
Sei tu la vita
e per la vita non ti lascio mai più!
Mamma... mai più!

Amor de madre


Cuando era enano me tomó la mano y me la besó
mi madre me enseñó
primero a caminar
solo, solito andarás
y me hacia comer
mirando un ascensor
que habia en el patio interior
y a querernos los dos
mi madre me enseñó.

A no llorar en el colegio
cuando ella no podia estar
a distingir entre el aprecio
que las personas me pudieran dar.

Mi madrecita me enseñó
a ver la vida como un señor
y la cara de dios

mi madre me enseñó

Es amor de madre que me dio
su estilo, su clase, su voz
me decia que no
te enamores jamás
de alguien que te pueda fallar
y llevaba razón

mi madre me enseñó.

A resguardarme de la lluvia
con un paragüas de verdad
a soportar todas las puyas
que los malajes me quisieran dar
.

Cuando era enano me otorgó
su amor de madre, su corazón
mi madre me enseñó
a cantar con emoción
a no temer la maldición
ni la cara de dios
ni la cara de dios
mi madre me enseñó
a querernos los dos.